martes, 27 de septiembre de 2011




Muchas dudamos en utilizar polvo bronceante por miedo a que el resultado sea poco natural y desparejo. Pero todo es cuestión de la forma en la que lo apliquemos. Efectivamente, si ponemos un color muy oscuro por toda la cara sin esfumar en las mandíbulas el resultado sera muy artificial. Sigan estos consejitos para tener buen color gracias al buen uso del polvo bronceante.

1) Elijan un tono que tenga que ver con su tono de piel. Por ejemplo, si tienen una piel de porcelana muy clara, inclínense por un polvo pálido y ligero. 

2) Utilicen una brocha bien gruesa, de pelos naturales y sueltos. Si el pincel es muy chico o muy denso se notarán los trazos.

3) La idea es aplicar el producto en los lugares donde el rostro se broncea naturalmente. El foco debería estar en la nariz, las mejillas entre la nariz y las manzanitas, la frente y el mentón.

4) Pasen la brocha por el polvo y sacudan para quitar el exceso. Esto también ayuda a evitar que queden marcas.

5) Una vez que el pincel ya no tiene exceso de polvo, pásenlo por las zonas correctas con insistencia, y después si lo desean lo pueden pasar por el resto de la cara con velocidad y apoyando el pincel muy ligeramente.

6) Pueden también utilizarlo un poquito en el cuello y en el escote pero con cuidado de no crear una diferencia con el rostro. Lo mismo vale para las orejas.

7) No olviden de hacerlo de a poco. Es más fácil agregar que corregir si pusimos de más.

Esperamos sus comentarios a ver cómo les resultó el polvo bronceante para sacudirse un poco el verde del invierno!

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